El Barcelona cierra la primera vuelta de LaLiga como líder destacado. No hay quien le pueda aguantar el ritmo. Atlético, Sevilla y Real Madrid comienzan a estar muy atrás mientras el Alavés sorprende y se coloca en puestos europeos. Por abajo, el Huesca tiene pinta de conjunto descendido pero las otras dos plazas tienen muchos pretendientes.
El líder demuestra que es el líder y el Barcelona se escapa en la tabla cuando alcanzamos el ecuador de la competición. Ayer goleó sin problemas a un Éibar que comenzó bien pero que en el primer agujero que tuvo vio cómo el Luis Suárez marcaba su primer gol y encaminaba el partido. Messi tuvo una noche tranquila, pero aún así hizo su golito. El uruguayo repitió poco después y el conjunto de Valverde se dedicó a dejar pasar los minutos y a observar cómo se pelean sus rivales por la segunda plaza (En la foto de David Ramos/Getty). Cerrada la primera vuelta domina con puño de hierro esta Liga.
Mantiene su posición -y la persecución del líder- el Atlético, que se deshizo con muchos problemas de un gran Levante. Los de Simeone fueron superiores y pudieron marcar más goles, pero sólo un tanto tras un penalti más que dudoso de Griezzman le dio los puntos. El conjunto de Paco López también las tuvo, pero Oblak se agrandó ante Rochina y Morales para mantener su puerta un día más a cero. El Real Madrid ganó en el campo del Betis con mucha, demasiada fortuna. El partido planteado por Solari fue totalmente defensivo -indigno para un equipo de ese nivel- pero se encontró pronto con un gol y se echó atrás para mantener esa ventaja. Sufrió de lo lindo en la segunda mitad, encajó el empate, pero una genialidad en un lanzamiento de falta de Ceballos y un error garrafal de Pau -pésimamente colocado- le dio el segundo gol y tres puntos a todas luces inmerecidos. El jardín de Solari amenaza con hacerse leyenda. Por cierto, el Madrid contaba con muchas bajas pero Isco no jugó ni un sólo minuto. Diga lo que diga Solari, tiene un problema y no lo está sabiendo resolver.
Las posiciones de descenso hierven al finalizar la primera vuelta. Desde prácticamente el octavo puesto hasta el penúltimo sólo hay cinco puntos y doce conjuntos que cada día se encuentran más apurados. Los que parecían a salvo han comenzado a sentir un cosquilleo de nervios e intranquilidad y los que se encontraban con la soga al cuello parece que respiran, aunque sea de forma asistida.
El mejor ejemplo lo tenemos en el Rayo Vallecano, hace tres semanas desahuciado y nueve puntos consecutivos después al límete de los puestos peligrosos pero cada día más sano. Fue capaz de derrotar a un Celta al que se le acumulan los problemas y cuya caída en picado desde la baja de Iago Aspas le está cogiendo con el pie cambiado. De Tomás logró un hattrick y Bebé cerró la goleada ya en el descuento ante la algarabía de los vallecanos. Concluye esta primera fase muy vivo el conjunto de Míchel, que promete pelea y lucha hasta el final. Lo contrario que el Villarreal, cuya primera vuelta ha sido simplemente deficiente. No funciona el submarino que volvió a perder por la mínima ante sus aficionados después incluso de golpear, ya en el descuento, en el poste en tres ocasiones consecutivas y por si fuera poco fallar un penalti en la jugada definitiva. Desde luego, un duro golpe a la línea de flotación del conjunto de Luis García, que tras su llegada aún no ha dado buenos resultados a la parroquia amarilla. La falta de gol está siendo determinante y un verdadero hándicap para un Villarreal que comienza a hundirse sin remisión. Tiene tiempo para mejorar, pero los rivales también juegan. El que parece que no tiene ya solución es el Huesca. El grupo aragonés volvió a perder y lo hizo ante un rival directo, el Leganés, lo que es un problema doble. El gol de En Nesyri vale tres puntos de oro que lanzan a los pepineros hacia posiciones más tranquilas a la vez que dejan al Huesca casi en muerte clínica. Con sólo once puntos en el zurrón es muy complicado mantener la permanencia. Parece que será uno de los descendidos. También respira el Athletic, que se aleja de forma momentánea del descenso. La llegada de Garitano -y Williams-ha revitalizado a un equipo hundido que doblegó sin piedad a un Sevilla muy flojo que pierde comba con el líder y se coloca ya a nada menos que diez puntos. Se ha despedido de LaLiga.
Dos empates a un gol con sabores para todos los gustos. Por un lado, el Alavés post Ibai consiguó puntuar en Montilivi ante un Girona que fue siempre por delante y llevó la iniciativa pero que cedió al final. Abelardo y su equipo han conseguido la mejor puntuación de la historia del club a estas alturas de campaña. Por su parte, el Valencia -en un buen partido- se dejó dos puntos frente a un Vallaolid que realizó uno de sus peores encuentros a domicilio pero que tuvo premio gracias a un golazo de Alcaraz tras un lanzamiento desde más de 35 metros. Empate injusto pero un punto para cada uno que sirve para agudizar la crisis levantina. Marcelino continúa en el alambre.
Real Sociedad y Espanyol cierran esta noche la jornada con el pensamiento puesto en los tres puntos y en salir de la zona caliente. Choque más que equilibrado.
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