Messi se erigió en el líder del Barcelona para propinar una goleada de escándalo al Espanyol y marcar diferencias en LaLiga. Ganaron también con facilidad el Real Madrid y el Atlético, mientras que el Sevilla se dejó dos puntos en Valencia. La vida sigue igual.
A Messi no le han dado este año el Balón de Oro y le han colocado como el quinto mejor jugador del mundo. Pelé dice del argentino que sólo tiene una pierna y que no remata de cabeza. Buenos, son opiniones muy válidas. Pero no acertadas. Porque Messi (en las fotos de Efe) se encargó el sábado, él solito, de espantar cualquier opinión para dejar las cosas en su sitio. Marcó dos golazos de falta, dio una asistencia y se erigió en el mejor jugador del Barcelona y, por ende, del derbi catalán. Un derbi, por cierto, descafeinado ya en el descanso debido a la abrumadora facilidad con la que el Barcelona había despachado el choque en tan sólo cuarenta y cinco minutos con tres goles frente a un Espanyol que saltó al césped casi una hora más tarde que su rival. Valverde consiguió que su equipo ofreciera un rendimiento coral de todos sus jugadores, sin contar al extraterrestre argentino. La inclusión de Aleix Vidal en los últimos encuentros, en parte debido también a la baja por lesión de Arthur, ha dotado de músculo al centro del campo y ha provocado una mejoría en la línea de contención. Arriba, Dembèlé, pese a sus problemas extradeportivos (ha vuelto a llegar tarde a un entrenamiento), está mostrando un rendimiento óptimo jalonado con goles, como volvió a suceder el sábado. Noviembre, un mes habitualmente comprometido para el Barcelona, ya pasó y ahora comienza la línea ascendente. Y si Messi continúa enchufado -incluso perdió un balón y fue capaz de seguir al contrario hasta que le volvió a arrebatar el esférico- todo puede ser posible en este Barcelona de Valverde. Ahora sólo queda recuperar para la causa a Coutinho, desaparecido en las últimas fechas.
El Atlético sigue la estela del líder. Goleó en los minutos finales a un Alavés inferior que parece comenzar a flaquear, si bien se mantiene en la parte noble de la tabla. Su partido tuvo poca historia porque ya antes del descanso se había puesto en ventaja merced a un gol de Kalinic, sustituto de Costa. Luego sufrieron los de Simeone porque no cerraron el choque, pero su victoria le permite mantenerse cerca de los mejores. También ganó el Real Madrid en Huesca, pero pidiendo la hora y después de un mal partido. En muchos momentos fueron superiores los oscenses, pero su falta de gol y las paradas de Courtois permitieron al Real Madrid sumar tres nuevos puntos, pero poco merecidos. Odriozola, Llorente y el meta belga fueron los mejores. Bale, el gol y poco más. El resto, nada. Pero la flor de Solari continúa y su equipo ya es cuarto.
En uno de los partidos de la jornada, Valencia-Sevilla, no hubo vencedores ni vencidos. Lo tuvo en su mano el conjunto andaluz, pero cedió en el descuento tras un gol del valenciano Diakhaby que le alejó del líder. Los equipos que aspiran a grandes logros no pueden ceder puntos de esta forma, en el descuento.
Por otro lado, tenemos que destacar la igualada entre Éibar y Leganés nada menos que a 4 goles. Es decir, ocho tantos en un partido de fútbol de máxima categoría es algo que se ve muy pocas veces y sucedió en Ipurúa. Comenzó mandando el conjunto valenciano, le dieron la vuelta los vascos pero no aguantaron y en el descuento Borja Mayoral hizo el tanto del empate. Partidazo de emoción y goles. Además, el Celta dio una estocada en el alma del Villarreal, a quien derrotó a domicilio. Lo tuvo muy bien el conjunto celeste de Miguel Gallardo después de colocarse con tres goles de ventaja, pero despertó el submarino a quince minutos del final y a punto estuvo de igualar el tanteador. Bacca marcó dos tantos y en la prolongación Gerard Moreno disparó al poste lo que hubiera significado el tercer tanto, el de la igualada. Pero los puntos viajaron hasta Vigo y Calleja y los suyos se quedaron sin punto y con posibilidades de caer a puestos de descenso. Situación complicada para los amarillos. También consiguió la victoria después de cinco encuentros sin conocerla el Valladolid, que asaltó Anoeta en un ejercicio de acierto de cara a la portería de una Real Sociedad muy desafortunada en todas sus líneas que no hizo méritos para sumar tres puntos.
El viernes se repartieron los puntos Levante y Getafe en un enfrentamiento madrileño con poco fútbol. Este resultado permite a los de Pellegrino seguir con su escalada para alejarse de la cola.
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