De los tres grandes el mejor hasta el momento es el Atlético de Simeone, sin duda. El conjunto colchonero sufrió hasta los últimos minutos para marcar el gol de la victoria en Mestalla, pero finalmente lo logró. Es curioso cómo ha cambiado este equipo esta temporada. La llegada de Luis Suárez -ahora de baja por el COVID-19, le ha dado un aire más ofensivo que está aprovechando. Ahora no se dedica a esperar y esperar, cerrado en su área buscando una contra salvadora. Este año el Cholo manda a sus jugadores arriba desde los primeros minutos y se dedica mucho más a dominar el juego, el control del balón, para cercar a sus rivales y terminar derribándolos. Precisamente así jugó en Mestalla ante un Valencia menos afortunado que ante el Real Madrid pero que consiguió aguantar casi hasta el final. Un gol en propia puerta de Lato, en la recta final, una auténtica jugada de mala suerte, le dió la victoria al cuadro madrileño. El tanto fue un mazazo para los hombres de Javi Gracia, que no pudieron reaccionar. El Atlético ha mejorado mucho, sigue siendo un equipo pegajoso, un bloque granítico, pero ahora ataca más, domina más los partidos. Ojo a los de Simeone porque, viendo la irregularidad del Madrid y del Barcelona, y con permiso actualmente de la Real Sociedad, ahora mismo son el rival a batir de la competición.
También mejora sus prestaciones y su rendimiento el Barcelona. Venció con extraña facilidad a un Osasuna apocado y bastante romo en ataque. Los navarros encajaron pronto el primer gol y nunca pudieron entrar en el partido. Con un delantero centro de referencia (Braithwaite, que hizo el primero), Griezzman se pudo mover con libertad y Messi no necesitó ser la referencia en ataque. Estos cambios mejoraron al conjunto culé, que dominó desde el principio y creó mucho peligro. Incluso, desde que Griezzman se liberó en la entrevista de Movistar con Valdano parece que su fútbol ha mejorado. Tiene más confianza y eso lo nota su equipo. Hizo el segundo tanto, un auténtico golazo, y se movió entre líneas como él sabe hacer.
Para que no faltara nada, Messi quiso homenajear a Maradona de la mejor manera posible y en los últimos minutos enlazó un par de regates y, desde fuera del área, envió un latigazo inmenso que se coló en la meta navarra. Era el cuarto gol y el argentino se quitó la camiseta dejando a la vista la zamarra de Newell's, con el número 10, y con los brazos en alto mirando al cielo homenajeó al Dios que nos dejó hace unos días. Sin duda, el mejor homenaje posible del sucesor.
El que no levanta cabeza es el Real Madrid, que cedió ante el Alavés después de un pésimo partido. Entregó la primera mitad, en la que encajó dos goles que pudieron ser cuatro o cinco, y apenas llegó a la portería rival. En la segunda parte apretó más, como suele ser habitual, llevó el choque a la heroica y estuvo a punto de obtener resultados. Casemiro redujo distancias a escasos minutos del final e Isco, en el último suspiro, envió un disparo al travesaño. No mereció el empate -mucho menos la victoria- porque su fútbol dejó mucho que desear, a pesar de las habituales críticas al trío arbitral por un par de jugadas bastante polémicas, todo hay que decirlo. Zidane no da con la tecla y, lo peor, parece no leer bien los partidos. Cuando las cosas no van bien no realiza modificaciones importantes, no varía los sistemas ni los jugadores, y ahora incluso parece paralizado y triste. No tiene capacidad de reacción ante lo negativo. El grupo se le está escapando y el vestuario comienza a ser un gallinero. Parece haber perdido el dominio y eso es lo peor que le puede pasar a un entrenador. La cabeza de LaLiga no está muy lejos, pero las sensaciones son bastante malas.
Por lo demás, continúa liderando la Real Sociedad aunque no pudo pasar del empate con un buen Villarreal. Ambos jugaron un buen choque, sobre todo en la primera mitad. En la segunda se notó el cansancio por los partidos europeos de ambos y la calidad descendió. El empate fue justo. También, destacar la victoria del Celta ante el Granada, que le saca de la última plaza, y los empates de Elche y Cádiz y Valladolid y Levante. Pocos movimientos por la zona peligrosa.También igualaron Getafe y Athletic y el Sevilla, con mucho sufrimiento, derrotó a un Huesca que continúa sin conocer la victoria.
Esta noche concluye la jornada con un atractivo Betis-Éibar, nuevo test para Pellegrini después de la última goleada recibida en Bilbao.
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