jueves, 29 de diciembre de 2016

Marcelo 'Gato Romero', ¿una apuesta acertada o arriesgada del Málaga?


Marcelo 'Gato' Romero' es el nuevo entrenador del Málaga. Sustituye a un profesional de calidad acreditada como Juande Ramos, que dimitió tras la eliminación copera aunque la noticia trascendió días después. Al revés de lo que suele ser habitual, Ramos se comió el turrón pero ya no era el técnico malagueño porque había dicho basta. Y se marchó.

No es la primera espantada del manchego, que parece no saber encajar los malos momentos, por lo que pone tierra de por medio y se va. Ya lo hizo en el propio Málaga -se marchó al paro porque no apreció un buen proyecto-, después en el Sevilla, cuando fichó a media temporada por el Tottenham ganando un verdadero pastizal, y en el Espanyol. Por tanto, de sorpresa, nada de nada. Lo peor son las excusas. También saliéndose de lo habitual no ofreció ninguna rueda de prensa, sino que envió un escrito en el que expresó su punto de vista y reflejaba una 'crispación en los últimos encuentros que no ayuda al equipo'. Y ahí lo dejo, porque es verdad que el Málaga navega por la mitad de la tabla sin apuros clasificatorios, con 21 puntos, aunque el juego deje mucho que desear. Han sido mejores los resultados que la imagen ofrecida por el equipo. Muchas lesiones de hombres importantes y además muy largas, sí, jugadores de la cantera para tirar del carro, fichajes que no han funcionado, errores de planificación... todo lo que se quiera. Pero lo que Juande olvida es que la 'crispación' a la que hace referencia sólo se ha dado en los dos últimos encuentros, y con razón. Porque, seamos claros, a todos los socios y aficionados les gusta que gane su equipo, aunque sea injustamente y en el descuento. Pero también quieren ver compromiso, lucha los noventa minutos, trabajo y, sobre todo, reconocimiento de errores. Y ahí Juande se equivoca. La derrota ante el Sevilla en el Pizjuán fue devastadora para la afición porque se trataba de un derbi regional y del rival más odiado y la imagen fue penosa con los jugadores, la mayoría, arrastrándose por el césped y dando más facilidades que un conjunto benjamín. Tres días después, ya en La Rosaleda, los sufridos seguidores tuvieron que asistir a un esperpento de partido para comprobar que el equipo hacía aguas en todas las líneas. Que un equipo de inferior categoría como el Córdoba, repleto de suplentes, se ría de ti a la cara y te haga cuatro goles es para llorar. ¿Qué tienen que hacer los aficionados, los socios?, ¿reirle las gracias al técnico, aplaudir su actuación?. Los pitos y los cánticos eran lo mínimo, sucede en todos los campos y a todos los equipos, y, claro, el 'Juande vete ya' se lo tomó al pie de la letra y se puso a un lado.

Quizá el propio preparador estuviera cansado de que el propietario no invierta, de que el director deportivo no le hubiera traído lo que pidió,en fin, del caos que se suele vivir muchos meses al año en el Málaga. Y eso, unido a lo anterior, lo remató. También el propietario, Al-Thani, tiene algo que decir. No sólo vale utilizar las redes sociales. Hay que trabajar y aportar algo más. Desde luego se requiere un análisis en profundidad de la propiedad, un buen organigrama que no salte por los aires cuando alguien le lleva la contraria al jefe y un propietario responsable. Lo demás son milongas.

Ahora llega el 'Gato' Romero, hombre de la casa, cocinero antes de fraile. Apenas tiene experiencia en el banquillo, pero sí ganas, muchas. Y conocimientos tras su trabajo con Javi Gracia y el propio Juande Ramos. Jugó en el mejor Málaga de los primeros años dos mil, cuando logró una Copa Intertoto. Su pelea, lucha y orgullo le valieron el apoyo de los aficionados, que ven en su persona un hombre con ideas nuevas, intensidad y fortaleza mental, justo lo que estaba faltando. Le llega un miura en plenas navidades pero con una buena clasificación que debería darle tranquilidad. Habrá que ver su puesta en escena en el próximo mes de enero, muy exigente porque hay que visitar a Celta, Real Madrid y Osasuna para recibir a una Real Sociedad casi intratable por ahora. Desde luego, será un máster avanzado para él. Cuenta con el apoyo de la afición, que ha acogido el nombramiento con agrado, y con el del vestuario, muy 'tocado' y criticado en los últimos tiempos. Veremos si llegan los ansiados fichajes y si los lesionados -por fin- se recuperan. La apuesta de la dirección deportiva es fuerte. El paso ha sido meditado y arriesgado. Veremos en junio si las notas superan el aprobado, o no.

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