lunes, 26 de abril de 2021

El Atlético pincha y pone LaLiga en la mano al Barcelona

Se anima LaLiga cuando parece que el Real Madrid comienza a desfallecer. Derrota del Atleti en Bilbao que le puede costar el liderato si Barcelona gana el jueves su partido aplazado ante el Granada. Por abajo, Éibar, Huesca y Valladolid lo van a pasar mal si no reaccionan. 

El Barcelona está enchufado y ya es el favorito a conquistar LaLiga. Derrotó con justicia a un inferior Villarreal que se mantuvo vivo hasta el final incluso con un jugador menos tras la expulsión de Trigueros. La primera mitad fue un monumento al fútbol por parte de ambos equipos, pero sobre todo por parte de los de Koeman. Se adelantó el conjunto amarillo por parte de Chukwueze, el mejor hombre de los locales con mucha diferencia, después de regatear a Ter Stegen tras un maravilloso pase de Pau Torres. Pero la alegría le duró justo un minuto al Villarreal, hasta la siguiente jugada, cuando Griezzman se quedó sólo ante Asenjo y le batió con un sutil toque levantando el balón por encima del meta local. Poco después, error grave de la defensa en una cesión y el francés, muy listo, lo aprovecha para hacer el segundo y poner en el marcador el que sería resultado final.

De Jong tuvo dos clarísimas pero erró ambas aunque finalmente no se acordará de ellas. El Barcelona de Koeman sigue de 'dulce' y metiendo presión al Atleti. Ha pasado quizá su peor salida de lo que resta y tendrá que enfrentarse a los de Simeone dentro de dos semanas. Allí, probablemente, se jugará LaLiga. 

El aún líder, el Atlético, pinchó en Bilbao después de un mal partido en general. No existió en la primera mitad, donde el Athletic le pasó por encima, pero mejoró en la segunda y logró igualar la contienda. Se quedó sin fuelle y un cabezazo de Iñigo Martínez a cinco minutos del final le sentenció. Queda ahora a expensas del Barcelona, que se convierte así en el gran favorito. Además, el partido del día 8, frente al Barcelona, será determinante para su futuro. 

Sí, porque parece que el Real Madrid comienza a arrojar la toalla. Pinchó ante el Betis en un mal partido y ahora parece que su máximo objetivo debería ser la Champions. No está jugando bien el conjunto de Zidane pero aún así solía sacar adelante los partidos. Pero todo ha comenzado a cambiar. El equipo está fundido físicamente y se nota. No hay ritmo, no hay capacidad de reacción ni movilidad arriba y sigue faltando gol. Si aparece un toque personal, un acierto, bien, pero sino es complicado sacar adelante los partidos sin importar el rival. El Betis, que se está jugando una plaza en Europa, realizó un gran partido y tuvo también sus ocasiones, pero falló con el estoque. Al final, reparto de puntos y cada uno a lo suyo. También se apunta a la pelea el Sevilla, que ha certificado de forma matemática su pase a la Champions y ahora, sin nervios, con tranquilidad, se dispone a dar un zarpazo para luchar por el campeonato liguero. Vienen de atrás, no son favoritos, y eso a los de Lopetegui les da alas. Venció al Granada con suficiencia, sin sufrir, y ahora a pensar en cotas más altas. 

La parte baja parece que comienza a aclararse, al menos de momento. El Huesca cedió ante el Getafe -que también respira- después de un pésimo partido en el que fue muy inferior a lo largo de los noventa minutos. El conjunto de Pacheta había encadenado buenos resultados desde su llegada pero parece que comienza a perder fuelle. Y es lo peor que le puede pasar a estas alturas. Ante el Getafe realizó el peor partido en muchas semanas y dio síntomas preocupantes. Todo lo contrario que su rival. Bordalás le ganó la batalla al técnico local y desde el pitido inicial se comprobó que los puntos podrían viajar, con bastante seguridad, hasta la ciudad del sur de Madrid. Grave paso atrás de los oscenses. Que están casi como el Valladolid, que volvió a dejarse dos puntos ante un aseado Cádiz que logró su objetivo después de aguantar en la primera mitad, mantenerse vivo, para en la continuación igualar el choque. Los de Sergio bajan muchos enteros en la segunda parte y así ha perdido al menos seis-siete puntos. Las consecuencias no son otras que mantenerse en puestos de descenso y contar cada día con menos posibilidades de permanecer en la categoría. La moral está por los suelos y los resultados y el calendario no acompañan. Otros dos que parecen respirar son el Elche, que derrotó a su vecino Levante por la mínima, y el Alavés, que a punto estuvo de sorprender a un necesitado Valencia que salvó los muebles merced a un gol de Gayá en el tramo final. Desde la llegada de Javi Calleja al banquillo vitoriano no ha hecho más que sumar (8/12 puntos) y tiene la salvación, igual que el equipo de Javi Gracia, que mantiene una renta notable a falta de cinco encuentros. 

Ayer también el Celta derrotó al Osasuna en un partido prácticamente intrascendente porque ambos circulan por la mitad de la tabla sin objetivos. 

Concluye la jornada esta noche en Ipurúa con el Éibar-Real Sociedad, derbi guipuzcoano. Puede ser la última ocasión para los de Mendilíbar porque una nueva derrota les aleja de cualquier posibilidad de mantener la categoría. La Real, por su parte, conocedora de los pinchazos de sus rivales por Europa, está ante una gran oportunidad de poner tierra de por medio y afianzarse en la quinta plaza.

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