Golpe de autoridad del Madrid mientras el descenso sigue en un pañuelo

Sorprendió el Madrid en el Clásico mientras el Atlético continúa a la expectativa por si los errores del Barcelona se suman. Por abajo respiran Rayo y Granada mientras se hunde el Getafe.

Unos buenos minutos al final, unidos al desconcierto y al bajón físico del Barcelona, permitieron al Madrid de Zidane sorprender a un conjunto catalán que se las prometía muy felices tras el tanto de Piqué al inicio de la segunda mitad. Fue un partido malo, aburrido, en el que se notaba que el Barcelona no quería arriesgar debido a la ventaja acumulada en la Liga, al cansancio de sus jugadores por los partidos internacionales y al enfrentamiento de cuartos de final de la Champions contra el Atlético del próximo martes. Una derrota, por tanto, no iba a doler a los catalanes aunque, obviamente, querían ganar a su eterno rival porque siempre es así y por homenajear al padre de su fútbol actual, Joahn Cruyff, recientemente fallecido. Al otro lado esperaba un Madrid con muy malas perspectivas, pero menos fatigado físicamente y cuya única pretensión iba a ser dejar una buena imagen que le sirviera de refuerzo moral para el tramo final liguero y sobre todo para la Champions, su auténtico y único objetivo a mes y medio de concluir la temporada. El plan le salió que ni pintado a Zidane, que consiguió mantener a raya a los catalanes a base de mucho esfuerzo y de un despliegue físico impresionante. Después el acierto de Benzema y de Cristiano le iba a dar una alegría en forma de goles y, por tanto, de victoria. Pero poco más nos dejó un Clásico soso, lento, aburrido, que tuvo algunas jugadas polémicas -un posible penalti a Messi (pareció fuera la falta, pero era la segunda amarilla de Ramos) y un gol mal anulado a Bale-, un expulsado (el propio capitán blanco por dos amarillas más que justas), escaso fútbol y menos emoción porque las distancias aún son muy grandes. Ahora habrá que ver si la derrota causa alguna mella en los blaugrana -imagino que no- ante lo que se les avecina y si la victoria supone un pinchazo de moral para los blancos. De todas formas, de nuevo quedó claro que tener una posesión muy elevada (ayer en la primera mitad era 70-30) no asegura la victoria porque no hay que olvidarse de rematar a gol. En pocas semanas tendremos la solución definitiva al enigma aunque sigo viendo el título en blaugrana.

Por otra parte, el Atlético vapuleó a un Betis muy inferior que nunca estuvo en el partido. La goleada fue más que merecida. Aún van a tener que sufrir los béticos porque las matemáticas todavía no les salvan del descenso, si bien lo tendrían que hacer muy mal para meterse en líos. Los de Simeone se llenaron de esperanza para la Champions con este plácido triunfo, que les reafirma en la segunda plaza ahora a seis puntos del líder. Griezmann mantiene su espectacular momento de forma y parece que Torres llega perfectamente al último mes de competición. Ahora llega el momento de la verdad, el martes, con el partido en el Camp Nou que puede definir lo que puede ser el futuro rojiblanco. En cuanto a la Liga, deberá seguir apretando por el el Madrid se mantiene al acecho en busca de la segunda plaza.

También mantiene su privilegiada cuarta plaza el Villarreal, que fue capaz de sobreponerse a un gol del Éibar y finalmente darle la vuelta al marcador. Los tres puntos son vitales para mantener las esperanzas de jugar la máxima categoría. Ahora la presión es para los rivales. Para el conjunto armero, la derrota es sólo un tropiezo en su buena temporada pero deberá ganar al menos un encuentro más para certificar la permanencia.

Por abajo la pelea no entiende de amistades y se lucha a cara de perro. El Rayo dio un pequeño pasito hacia la salvación con su victoria ante el Getafe a la vez que dejaba a su rival hundido en la penumbra. Vamos a ver si Escribá continúa esta semana en el banquillo adulón porque está claro. Dos puntos sobre treinta y tres marcan indudablemente el camino del despido porque el equipo no funciona y porque cada vez queda menos tiempo para recuperar puestos y para ganar partidos. Las igualadas ya no valen, sólo sirven las victorias, los tres puntos, y eso es lo que no conoce el Getafe desde enero. Además, Las Palmas se deshizo un Valencia que llegó al Insular con nuevo entrenador después del ‘desastre Neville’ y que se puso por delante nada más comenzar el choque, pero que en la segunda mitad encajó dos goles y vio cómo se le escapaba el encuentro a la vez que se acercan las posiciones peligrosas. Mucho trabajo para Ayestarán, que debe cambiar al Valencia la cara de arriba a abajo. Para Las Palmas esta segunda vuelta está resultando excepcional, sobre todos los últimos seis encuentros porque ha conseguido ganar cinco y poner tierra de por medio con las plazas complicadas. En el duelo entre colistas nadie perdió pero quizá tampoco ganó. El empate sin goles final permite sumar a Levante y Sporting -mejor para éstos- pero no les saca de pobres. Aún tienen por delante muchos días de sufrimiento.

Ya en la lucha por Europa, pincharon todos. El Celta y el Athletic dieron sendos pasitos atrás al empatar con sus rivales, Deportivo y Granada respectivamente. Si vigueses y bilbaínos quieren jugar la Europa League por merecimientos propios no pueden perder puntos en sus estadios ante rivales teóricamente asequibles. Los vascos incluso llegaron a desperdiciar un penalti que quizá sí les hubiera servido para alcanzar la victoria. Por su parte, el conjunto de Riazor da un pasito más hacia la salvación, que ya roza con los dedos. No es el caso del Granada, que deberá continuar su pelea por abandonar la cola. El punto obtenido en San Mamés insufla moral pero ahora hay que hacerse fuerte ante tu afición. Aún queda mucha tela por cortar. Peor lo hizo el Sevilla, incapaz de derrotar a una Real Sociedad que se plantó bien en el Sanchez Pizjuán y aprovechó sus dos únicos remates a portería en todo el encuentro con la inestimable ayuda de la defensa blanca. Después las imprecisiones y los nervios no permitieron a los de Emery lograr algún punto y ven cómo sus opciones de Champions disminuyen porque ya le separan nueve puntos -tres encuentros- de la cuarta plaza. Para los vascos el triunfo supone un respiro y casi asegurar la categoría.

Para concluir, tablas también entre Málaga y Espanyol en un partido para olvidar que hizo justicia a los escasos méritos de cada uno. Ambos están prácticamente salvados, aunque los periquitos todavía deberán lograr al menos un triunfo para que las matemáticas sean exactas.