lunes, 25 de abril de 2016

La vida sigue casi igual


Nueva jornada y nuevas victorias de los tres favoritos. Con más o menos problemas, pero el trío de cabeza se mantiene firme. Por abajo es distinto. Se lucha a brazo partido y equipos como el Levante comienzan a ver el futuro muy negro.

A pesar del abultado resultado y del triunfo, el Barcelona dejó de nuevo evidencias de no encontrarse en un buen momento. Sólo los latigazos de Messi y los goles de Suárez, el segundo póker en tres días, le permiten mantenerse en la cima. También hay que indicar que contó con la inestimable ‘colaboración’ del colegiado, Clos Gómez, que señaló tres penaltis más que dudosos -sólo uno parece justo- y dio validez al segundo tanto local cuando Luis Suárez se encontraba en fuera de juego. En definitiva, un desastre de arbitraje. Pero lo importante es que los puntos se quedaron en casa. Lo negativo, un día más, fue la apatía de muchos jugadores y del propio entrenador. Parece que no son conscientes de lo que se están jugando porque mueven el balón de forma cansina, sin ideas ni motivación, como ‘tocados’ tras la eliminación de la Champions, y sólo despiertan cuando Messi toma la batuta porque Neymar continúa desaparecido en combate. El brasileño está como ausente, alejado del equipo, y cuando recibe el balón lo único que se le ocurre es buscar el regate como sea sin dar un pase a un compañero mejor situado. Cuando esos gambeteo no le salen o varios defensas le cierran termina generalmente en el suelo o perdiendo el balón. En resumen, aporta muy poco al colectivo -más bien lo está penalizando- y perjudica gravemente a sus compañeros. Alguien tendría que darle un toque de atención porque con esta actitud no irá muy lejos.

El segundo, el Atlético, sufrió de lo lindo para liquidar a un Malaga que llegó al Calderón dispuesto a estropear la fiesta a los colchoneros y al que le faltó muy poco para llevarse al menos un punto. Tuvo que ser Correa, un revulsivo desde el banquillo, el que desequilibrara el tanteador con un disparo desde fuera del área que se envenenó tras tocar en Albentosa. El Malaga había planteado un encuentro áspero, duro, con predominio de las defensas sobre los ataques, pero con el resultado en contra demostró que lo de marcar goles esta temporada sigue siendo su asignatura pendiente. No obstante, Oblak tuvo que intervenir en un par de ocasiones con acierto cuando el pánico recorría ya los cuerpos de los miles de aficionados que brindaban con la victoria. La anécdota -negativa- la protagonizaron Simeone y un recogepelotas cuando estaba a punto de concluir la primera mitad. Tras una contra peligrosa del Málaga alguien lanzó un balón al césped para intentar cortar la jugada, que continuó sin trascendencia. Al finalizar esta primera mitad y no poder demostrarse quién fue el autor del lanzamiento, Mateu Lahoz expulsó a Simeone como responsable del área técnica según indica la normativa. Habrá que dilucidar si el técnico argentino ordenó o no el lanzamiento, pero algunas imágenes parecen dejarle en evidencia y sus declaraciones, acatando la situación, parecen demostrar que tuvo más culpa de la que parece. Si se cumplen las normas no volverá a sentarse en un banquillo esta campaña

También lo pasó mal el Madrid, que comenzó perdiendo, con dos goles en contra por una falta de concentración evidente, pero que fue capaz de darle la vuelta al marcador gracias a un Bale que tiró del carro en ausencia de Cristiano y que demostró su calidad. También hay que contar con el error defensivo del Rayo que provocó el tercer y definitivo tanto, despuéss de un mal pase en el centro del campo. Error fatal que deja muy ‘tocado’ al conjunto de Vallecas, que tendrá que luchar hasta el final para mantener la categoría. El conjunto de Zidane, eso sí, demostró que nunca se rinde y que es en estos momentos, cuando huele la sangre, cuando se vuelve más peligroso gracias a su confianza aunque le falte fútbol. Sigue aspirando a todo en la Liga.

La pelea por no descender continúa abierta aunque ya se va viendo a algún equipo muy presionado, como el Levante. Los de Rubi dejaron escapar dos puntos en los minutos finales que le pueden dar la puntilla. Si un equipo quiere mantener la categoría no puede perder los papeles en cinco minutos cuando lleva dos goles de ventaja, en su estadio y ante sus aficionados. Y eso precisamente es lo que hizo el Levante. Conclusión: el descenso está más cerca. También va a tener problemas el Sporting, goleado en el Camp Nou -aunque había dejado a muchos titulares en el banquillo o en su casa- y con un calendario complicado. Vamos a ver si el factor campo y jugar ante los suyos le puede dar un empujón. En caso contrario lo veo muy mal. Y del getafe, ¿qué vamos a decir?. Se repuso al primer gol del Valencia, remontó, y cuando lo tenía mejor -incluso generando ocasiones- encajó el segundo tanto que le deja también hundido. Sigue por tanto el sufrimiento una semana más, y ya quedan sólo tres.

La Europa League continúa centrando la lucha de tres equipos como Celta, Athletic y Sevilla. Los vascos rescataron un punto de milagro mientras los sevillistas no quieren resignarse y dejaron en la cuneta a su rival sevillano, el Betis, en un partido que se resolvió al final. Aún queda mucho por decir en estas tres semanas que restan. A pesar de la derrota los éticos tienen casi los dos pies en la máxima categoría. Sui certificación es cuestión de días. El Celta, por cierto, cierra hoy la jornada recibiendo a un Granada que busca los puntos para salir del atolladero casi de forma definitiva. Será un choque intenso y con ocasiones de gol, seguro, porque los dos quieren ganar. A las 20:30.

Navegan en la tranquilidad más absoluta Las Palmas -que avasalló a un Espanyol que no termina de cerrar su permanencia- y Éibar, quien aunque sólo pudo empatar ante el Deportivo tiene confirmado seguir un año más en la Liga BBVA. Por cierto, los gallegos ya tocan con las manos el objetivo. Les queda un pequeño empujoncito que podría llegar este fin de semana ante el Getafe y con sus seguidores empujando.

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